CANTABRIA

lunes, 3 de diciembre de 2012

domingo, 2 de diciembre de 2012

Mycena seynesii o seynii
Sombrero pequeño, no suele llegar a alcanzar los 5 cm de diámetro, de forma cónica en un principio, después adquiere forma de campana, y finalmente se extiende, manteniendo en el centro un mamelón más o menos marcado. Su color es bastante variable, predominando los tonos rosados, mezclados con ocres o pardos, sobre todo si el ejemplar se deseca. El borde es bastante regular y estriado.
Láminas adnatas o libres con respecto al pie, separadas y escasas, de color rosado, pero con la arista de las mismas de color mucho más oscuro, pardo púrpura o marrón.
Pie alargado y generalmente curvado, fibriloso y acabado en un pequeño bulbo provisto de pilosidad. De color similar al sombrero, aunque a veces es más pálido.
Carne escasa y frágil, de poca consistencia y color blanquecino. Su olor es entre afrutado y de rábano, y su sabor acorde el propio olor que desprende.
Hábitat:
Es una especie habitual y frecuente que fructifica sobre todo durante el otoño, aunque no es descartable su aparición en otras épocas del año. Crece sobre piñas caídas de diversos tipos de pino.
Observaciones:
Es una seta que se caracteriza por su color rosado y su hábitat sobre estróbilos caídos de pinos diversos, ocasionalmente ha sido encontrada sobre madera. Pertenece a un género complicado como es Mycena, que muchas veces precisa de un examen microscópico para una correcta identificación, sin embargo esta especie es una excepción pues es prácticamente inconfundible. En los tratados más antiguos aparece como Mycena seynii.



Marasmius oreades (Senderuela)
Pequeña seta de sombrerillo de 1 a 4 cm de diámetro, higrófano, de color avellana o crema, láminas separadas de color blanquecino o avellana y pie estrecho muy fibroso, que no se rompe al retorcerlo y mide de 3 a 6 cm de longitud. La carne es dulce, de olor a almendras y de color claro, con la ventaja de que no se pudre ni se ve atacada por larvas por lo que se seca con facilidad y se conserva muy bien. Las esporas son transparentes.
Las senderuelas aparecen formando rodales amplios de numerosos ejemplares juntos que conforman hileras y senderillos de trazo caprichoso dentro de los pastizales, denominados "carrerillas" o "rilones". En numerosas ocasiones crecen formando un círculo al que se suele llamar corro de brujas. La presencia del micelio de este hongo se detecta durante casi todo el año sin necesidad de que aparezcan sus setas ya que el pasto crece con mayor pujanza en sus inmediaciones a la vez que se agosta mucho antes.
Crece en junio tras las lluvias en grandes cantidades por los prados de toda la comunidad o pastizales de vivaces muy ralo y bien cubierto, en lugares frescos, abonados por el ganado, evitando los pastizales de terófitos o anuales, más pobres y secos. Es más bien propio de ballicares que permanecen verdes buena parte del año, así como en los majadales. Los pastizales de las especies siguientes resultan entonces los más favorables.







Cordiceps militaris
Cordiceps militaris
Características macroscópicas:
Carpóforo esbelto y estipitado de no más de 5 cm de altura, y de 2 a 5 mm de anchura. Cuando el espécimen es joven el pie y la cabeza son difícilmente diferenciables, pero poco a poco se van definiendo. La parte superior o cabezuela es de color naranja vivo y está provista de granulaciones prominentes, estas no son otra cosa que los peritecios, que le dan al carpóforo un aspecto áspero y punteado por los ostíolos. Suele tener forma de clava esta cabeza, o más típicamente aplastada, siendo la parte fértil del carpóforo.
Pie de color naranja pálido o amarillento, punteado o furfuráceo.
Carne insignificante dado el pequeño tamaño del hongo, sin olor ni sabor apreciables.
Hábitat:
Se trata de una especie parásita de varios lepidópteros, en nuestro radio de acción es habitual encontrarla parasitando crisálidas de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pytiocampa). Sobre todo a finales del otoño en taludes musgosos y húmedos.
Observaciones:
Cuando las orugas de la procesionaria se entierran para formar las crisálidas de las que en verano brotarán las mariposas de bellos colores, algunas de ellas portan esporas de este hongo. En las debidas condiciones medioambientales el hongo fructifica, envolviendo con su micelio la crisálida (ver foto) y acabando con ella, de esa crisálida ya no brotará mariposa alguna, sino el cuerpo fructífero del Cordyceps militaris. Otro hongo parásito de lepidópteros es el Cordyceps gracilis, diferenciable del presente por sus colores más pálidos y su cabeza prominente que nos recuerda al Elaphocordyceps capitata.



Hygrocybe psittacina
Hygrocybe psittacina
La seta de este hongo presenta un sombrero muy pequeño, midiendo entre 1 y 4 centímetros de diámetro, campanulado al principio, y aplanado con un mamelón central más tarde. La cutícula es verde, lisa y, en ambiente húmedo, presenta un aspecto brillante y viscoso. El color es variado, aunque predominantemente es verde con tonos amarillentos o anaranjados, y conforme madura pude presentar tonos rojizos, empalideciendo en ejemplares viejos. Las láminas son adnatas, gruesas y están muy espaciadas, presentando laminillas parciales. Son de color amarillo o verdoso, como el sombrerillo. El pie mide entre 3 y 7 centímetros de longitud y entre 0,3 y 0,8 de diámetro, a menudo está torcido y es hueco y más estrecho en la parte superior. Presenta una coloración parecida a la del sombrero, tomando un color verdeazulado en la parte superior, y amarillo anaranjado en la inferior. Su carne es del mismo color que el pie y el sombrero, y de textura acuosa y frágil, sin olor ni sabor. La esporada es blanca.